Y Aarón también se ha lanzado a la aventura de escribir.
Érase una vez, una casa muy peculiar por sus jardines rojos y románticos.
La casa era de madera roja y con corazones de decoración. Dentro tenía unos pasteles preciosos, incluso el tejado estaba del revés. Todo era maravilloso. Su suelo, las paredes, el salón y demás. Allí había millones de historias de amor. Alguien había estado allí con su media naranja, incluso otros se conocieron en aquel lugar, volviendo a sus jardines, con flores que cantaban de alegría, sus arboles de madera desprendían destellos de luz dorados, sillas llenas de amor y de felicidad. Allí conocí a mi mujer, es decir, tu abuela (la mejor mujer del mundo).
Antes íbamos de vacaciones. Pero las personas jóvenes lo cerraron, lo demolieron para construir un centro comercial.
Aunque la magia y los recuerdos nunca los olvidaremos. Así que espero que tú, nieto mío, se lo cuentes a tus nietos como mi padre de lo contó a tu madre.
FIN